martes, 1 de septiembre de 2009
Cuando los chicos enseñan:PADRES: COHERENCIA Y JERARQUIA.
Por otra parte, señala: “Si bien el padre es el que pone las reglas y el protector, que el chico sepa más que el padre en algún aspecto, no quiere decir que sepa más de todo. Hay que dejarles claro que uno puede aprender de ellos pero que siempre es el adulto el que sabe más”. Por último, Tojeiro aclara: “Correrse del lugar de padres puede ser riesgoso porque los hijos quedan desprotegidos. El adulto debe darles seguridad, guiarlos y marcarles el camino. Si se borran los límites, se empeora la comunicación y genera inseguridad”. El desafío de hoy, entonces, es adaptarse a los tiempos que corren, ser flexibles a los cambios que nos plantean nuestros hijos sin perder de vista que nosotros seguimos ejerciendo el rol de padres.
Cuando los chicos enseñan :NO PERDER EL ROL DE PADRES
Según la psicoanalista Diana Sahovaler de Litvinoff, miembro de APA/IPA y autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual (Paidós), “el chico siempre ha dependido de sus padres pero con las nuevas tecnologías esto cambia, y es el adulto es que necesita la asistencia de su hijo”. Si bien el padre va a tener que recurrir al asesoramiento de su hijo, “el adulto no debe perder el control sobre los horarios y usos de la computadora”, ejemplifica la licenciada Sahovaler. Pero también advierte una cuestión: “El chico encuentra en la computadora mucha satisfacción –una red social, imágenes, juegos e información escolar – y entretenimiento y el adulto queda afuera. Por esta exclusión muchos adultos se enojan y prohíben caprichosamente el uso de la computadora para no quedarse afuera. Esta no es una buena manera de ejercer el control, sino una forma de usar el poder de padres como una extorsión”.
Para el Dr. Sivak, “los padres encuentran que les cambiaron el libreto. Y esto trae aspectos positivos: los padres pueden salir del rol rígido de ser educadores para poder aprender junto a sus hijos nuevos conocimientos. Pero, por otro lado, podría generar en los chicos cierta falsa creencia de que todo lo saben, lo que podría acarrearles una visión distorsionada del rol de padres”. Y aclara: “Hay que tener mucho cuidado. A veces se sobrevalora la capacidad de nuestros hijos y se los pondera colocándoles el mote de genios. Sin embargo, que tengan agilidad informática no significa que tengan más inteligencia sino capacidad de acumular información. Hay que tener cuidado con esa polarización de mi hijo es genio y yo, como padre, no entiendo nada con respecto a las nuevas tecnologías”.Cuando los chicos enseñan: UNA NUEVA EXPERIENCIA CULTURAL.
“En nuestras encuestas, las madres reconocieron que sus hijos sabían más que ellas sobre medioambiente porque éste es un tema que está presente en la currícula escolar, en algunos programas televisivos y en dibujos animados. Los chicos funcionan como gatekeeper (N. de
Así la experiencia de los chicos es radicalmente distinta a la de sus padres y abuelos, y esto lleva a que los progenitores no puedan proporcionar modelos vivos apropiados para su época, según la especialista. “Por eso, los mismos chicos deben desarrollar nuevos estilos fundados en su propia experiencia y deben proporcionar modelos para sus propios pares, en tanto los padres siguen utilizando mecanismos verticales de comunicación y poniéndose ellos mismos como modelos. Se da un cambio de paradigma que tiene una raíz biológica que surge de la sobresaturación de la imagen desde muy temprana edad”, explica Flores Merlo.
Cuando los chicos enseñan (parte 1)
Para Ti
Papá, mirá este celular, es una masa!... Tiene bluetooth y una memoria de 8 GB, reproduce MP3 y tiene una cámara de 2.0 Mpx... ¡Llevémoslo!”. Tomás (10) hace su recomendación delante del mostrador donde un vendedor puso unos diez teléfonos celulares. Mariano, su papá, mira atónito y desconcertado. No entiende por qué un móvil –algo que debería usarse para hacer una llamada telefónica – tendría que tener una memoria de 8 GB y menos aún, una cámara de 2.0 Mpx. Pero la sugerencia de Tomás es válida para decidir la compra del nuevo celular: sabe que más tarde su hijo le podrá enseñar a manejar el flamante aparato mejor que cualquier manual de instrucciones. La escena es una de tantas. Crece cada vez más la cantidad de chicos que asesoran a sus padres cuando tienen que comprar un nuevo celular, una computadora o una cámara fotográfica. ¿Por qué? La respuesta se encuentra en un fenómeno comprobable en los últimos diez años: hay terrenos en los cuales los chicos saben más que los adultos. Convertidos en expertos en un campo como el de las nuevas tecnologías, se produce un cambio de roles y los chicos pasan a convertirse en educadores de sus padres.